Erica erigena: especie catalogada en peligro de extinción en la Región de Murcia


Erica erigena es una planta fanerógama, de la familia de las ericáceas, de porte arbustivo, hoja perenne e inflorescencia formada por pequeñas flores rosáceas. Su nombre vernáculo es brezo irlandés.

Figura 1. Imagen de la inflorescencia de Erica erigena

La especie se distribuye de forma natural en el sudoeste de Francia (Burdeos), península Ibérica y recientemente ha sido descubierta en el norte de Marruecos. Tras varios estudios parece que la planta fue introducida en Irlanda en el siglo XV a través de las rutas comerciales y el peregrinaje. 

En la península Ibérica se distribuye de forma discontinua, los principales núcleos se encuentran en Asturias, Galicia, Portugal y Andalucía, y se presenta de forma dispersa en Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Región de Murcia.

En la Región de Murcia se conoce una única población localizada en el cauce del río Espuña dentro de los límites del Parque Regional Sierra Espuña. 
Plano 1. Mapa de localización de la población de Erica erigena. 

Erica erigena no goza de protección a nivel nacional, sin embargo a nivel autonómico se protege en Castilla-La Mancha y en la Región de Murcia.  

Se trata de una especie que se caracteriza por habitar en zonas con cierta humedad sobre terrenos silicatados. La población espunense se localiza sobre suelos con argilitas de fondos de barranco, terrenos descalcificados que presentan humedad permanente.
Figura 2. Hábitat de Erica erigena en el río Espuña.

Se han efectuados tres censos de la población de brezo irlandés, el primero lo realizó la Universidad de Murcia en 2001, dividiendo la población en dos grupos, un primer grupo localizado en el tramo comprendido entre la umbría de Peña Apartada y Huerta Espuña y un segundo grupo presente en los alrededores de Fuente Bermeja. En este primer censo se estimaron 2.398 individuos, lo cual sugería que, pese a que su área de ocupación y a que el número de localidades era muy restringido, la planta gozaba de un buen estado de conservación, máxime si se tenía en cuenta que la población íntegra se localiza dentro del Parque Regional Sierra Espuña, lo cual, a priori, aseguraba un mayor nivel de protección. Esta percepción provocó que no se priorizase su seguimiento, por lo que no se vuelve a censar la población hasta 2017, momento en el que sólo se contabilizaron unos 200 efectivos. Un año más tarde se decide volver  a censar la planta, confirmando que efectivamente ésta ha experimentado una reducción próxima al 90% en menos de 20 años. 

Tras el análisis de los principales factores de amenaza se deduce que el declive de la población posiblemente sea debido a la reducción del nivel hídrico del cauce del río y a la falta de adaptación de la planta a estas nuevas condiciones.

Las condiciones de mayor estrés hídrico son el resultado de varios factores. Históricamente se tiene constancia que desde la Edad Media se ha canalizado parte del agua a través del caño lo cual produjo un descenso del nivel del agua del cauce del río, sin embargo en las últimas décadas podría ser que este hecho se hubiese agravado, principalmente por dos circunstancias:

  • por la acción secante de las raíces del arbolado. Sierra Espuña ha sido intensamente repoblada en los dos últimos siglos, por lo que este incremento de la masa forestal ha podido provocar un incremento en la evapotranspiración.
  • Tras la revisión de varios estudios sobre el cambio climático en Espuña, se deduce que existe un indicio temprano de este proceso en la sierra (Esteve et al., 2015). El cambio climático da lugar a un abanico de efectos directos e indirectos que pueden tener efectos perjudiciales sobre especies de menor amplitud ecológica, con poblaciones relícticas y marginales.
Otro factor de amenaza importante son los cambios seriales de la vegetación, ya que en las zonas donde la vegetación es más densa y no deja pasar la luz no se observa la planta. Es por ello que las actividades forestales pueden tener un efecto positivo sobre la planta, siempre y cuando se realicen según un protocolo que permitiese compatibilizar la conservación de la especie y los trabajos silvícolas.
Figura 3. Imagen del río Espuña. En ella se aprecia la gran vegetación que conforma el cauce y la presión por competencia vegetal que soporta el brezo irlandés.

Propuestas de conservación que deberían implementarse a corto-plazo:

  • Medidas para garantizar la conservación ex situ de la población de Erica erigena en la Región de Murcia (recolección y conservación de germoplasma, producción de planta en vivero).


Figura 4. Frutos recolectados de Erica erigena en 2018 y las semillas que se obtuvieron tras el procesamiento de los frutos. 
  • Censo demográfico y seguimiento biológico de la población. Podría resultar interesante contactar con el equipo que realizó el primer censo, para que tras visitar la población nuevamente puedan indicar sus impresiones con respecto al estado actual.
  • Prospecciones para detectar nuevos individuos y búsqueda de zonas con hábitat óptimo para su introducción.
  • Desarrollar ensayos para conocer la respuesta de la planta a diferentes factores como la eliminación de la competencia, dinámica de poblaciones, perturbaciones, etc. Estos ensayos sentarán las bases para realizar introducciones de la planta a mayor escala. 
  • Estos ensayos deberán complementarse con estudios o investigaciones para conocer la diversidad genética de la población, la biología de reproducción, la competencia ecológica, efectos del cambio climático, etc. 
  • Control de actividades y usos forestales.
  • Regulación de la realización y mantenimiento de infraestructuras hidráulicas.   


Bibliografía: 
Esteve, M.A.; Hernández, I.; Chaparro, J.; Gallego, D.; Martínez, J. Respuesta de los bosques de Sierra Espuña ante el Cambio Climático. En: (Varios Autores) El Parque Regional de Sierra Espuña. En prensa. 2015.








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